¡Se pueden comer y no lo sabías! -

Avisamos de que muchos de los siguientes elementos no parecen apetecibles a primera vista, pero SÍ se pueden tomar y cocinar. Si eres de los valientes en este mundo, adelante: haz clic sobre las imágenes. 

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Corteza de árbol - Quitando la que está inmediatamente exterior, si raspas por dentro verás que hasta sabe bien. 

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Gusanos - Estos pequeños habitantes de la tierra son ricos en calcio, hierro y proteína. ¡Eso sí, hay que saber elegirlos muy bien para no tomar los parásitos! 

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Cáscaras de huevo - Si las machacas muchísimo (en una batidora, por ejemplo) y las añades a ciertos platos, encontrarás una buena fuente de calcio. 

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Oro - Se está introduciendo cada vez más en la cocina gourmet. ¡Pero obviamente sólo se puede comer en cantidades muy pequeñas como láminas finísimas!

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Ortigas - Una vez que están bien cocidas, pierden su propiedad picante e incómoda con la que todos nos hemos encontrado alguna vez caminando... Se utilizan, sobre todo, para infusiones. 

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Pepita de aguacate - Es rica en fibra y antioxidantes. Pueden machacarse en una batidora y añadirse al yogur o el batido por la mañana. 

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Cresta de gallo - La mayoría de las personas no la comen, pero lo cierto es que podría cocinarse y en algunos países como Francia, Italia o China es hasta popular. 

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Diente de león - Contienen muchos antioxidantes y hacen un té o un vino delicioso. 

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Pensamientos - Esta flor es comestible, sí. Normalmente la utilizan para decorar los platos, pero si te la llevas a la boca no pasará nada. 

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Claveles - ¿Qué mejor que encontrarse unos pétales de esta gran flor en un postre? Ahora sabrás que puedes comerlos tranquilamente. 

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Armadillos - Si comemos cerdos, vacas, gallinas... ¿Por qué no un armadillo? En algunos lugares se hace y resulta incluso sabroso. 

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Hojas de coliflor - Todo el mundo come los ramitos blancos, ¿pero y lo verde? Con estas hojas puede hacerse una gran sopa o ensalada bien cocinadas. 

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Hojas de melocotonero - ¡CUIDADO: son venenosas en grandes cantidades! Lo que intentamos decirte es que si ingieres unas pocas o sin darte cuenta, no te pasará nada. 

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Verdolaga - Estos hierbajos que crecen normalmente junto a la carretera contienen grandes cantidades de omega3 beneficiosos para la salud. Sólo debes asegurarte de limpiarlos muy muy bien. 

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Grillos - Incorporados ya en muchas gastronomías internacionales, son ricos en proteína. ¡Prueba alguno bien fritito!

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Seda de maíz - Es realmente buena para la salud de tu vejiga. 

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Cactus - Algunos tipos, si se preparan y cocinan debidamente (y sin espinas, claro), pueden ser una auténtica delicia desconocida hasta ahora. 

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Flor de calabacín - Estas flores pueden darle un toque superespecial a tu plato. Prueba a asarlas con queso ricotta y después freírlas bastante. 

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Hojitas de las fresas - Todo el mundo las corta... Pero ¿y si te dijéramos que bien batidas pueden darle un sabor extra a tu bebida? 

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Tallos de remolacha - Saltéalos bien en ajo y aceite de oliva. 

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Piel de cítricos - Como la mayoría de las verduras y las frutas, los nutrientes están en la piel. Puedes añadirlas a ensaladas, por ejemplo. 

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